El ingreso al preescolar es un de los momentos más importantes en la vida de nuestros hijos. Aunque hayan estado en guardería y esta nueva etapa no sea la primera vez que tienen contacto con personas fuera de su núcleo familiar, el Kínder se presenta como una fase más individual e independiente en donde tienen que aprender a ser más pacientes y autónomos; a la par de toda la carga de conocimiento que viene como preámbulo de la primaria.
Al ser un espacio en el que desarrollan más su individualidad y autonomía (para comer, ir al baño, hacer sus tareas, etcétera) los papás suelen ser más precavidos e incluso más insistentes en cuanto a la seguridad existente en la institución. La seguridad física es primordial, en nuestro artículo: “¿Qué medidas de seguridad debe tener un kínder o preescolar?”, te señalamos las normas básicas con las que debe contar la escuela para tener la tranquilidad de que es un sitio seguro para el desenvolvimiento integral de los niños.
Pero, ¿es sólo el aspecto físico lo que a los padres preocupa? No, también se tienen el temor latente de que los pequeños puedan ser víctimas de acoso escolar por parte de otros compañeros. Como te platicamos en nuestro artículo “¿Existe el acoso escolar en Kínder o preescolar?”, ningún espacio en donde convivan más de 2 seres humanos está 100% libre de que el acoso pueda presentarse, pero la diferencia está en cómo la institución maneje los primeros indicios de violencia por parte de un estudiante a otro. La vigilancia constante de los docentes y personal administrativo en cada momento de la jornada escolar es crucial para la prevención de cualquier accidente, de cualquier índole en el que los niños puedan ver comprometida su salud física o emocional.
Y son justamente las emociones otro factor importante que preocupa a los padres de familia, ¿y si mi hija no puede hacer amistades fluidamente y eso la hace aislarse? Incluso para los niños más tímidos, el preescolar se presenta como un excelente aliado para conocer nueva gente que tenga las mismas circunstancias y preocupaciones. Por lo que es seguro que luego de las primeras actividades de integración su circulo social se vea considerablemente incrementado.
¡El conocimiento es poder!
Por supuesto que la razón principal de que llevemos a nuestros hijos al preescolar es que aprendan. ¿Cómo estar seguros de que aprenden lo que deben aprender en el tiempo que deben aprenderlo? La institución en donde quieres que tu hijo curse el preescolar puede proporcionarte el programa general acerca de todo lo que se proyecta desarrollar en los años que cursen el preescolar, y deben abarcar los aspectos fundamentales de todo ser humano: intelectual, emocional y motriz.
Esta nueva etapa está llena de descubrimientos para tus hijos, ¡tanto de sí mismos como del mundo que los rodea! Acompañarlos y guiarlos en conjunto con sus docentes hará que sea una experiencia memorable y cargada de conocimientos.