La etapa preescolar es el inicio de un largo ciclo educativo, donde se forjará el carácter y los conocimientos básicos de los niños durante sus primeros años de vida.
Ingresar al kínder puede poner a nuestros hijos nerviosos y hacerlos sentir confundidos, una respuesta natural que hará que necesiten nuestro apoyo para afrontar con asertividad los cambios. A continuación hablaremos acerca de los principales temores de los niños al entrar a la escuela y cómo podemos ayudarlos a dar sus primeros pasos.
Uno de los principales problemas que afecta a los niños es la ansiedad por separación. Hace que los pequeños no quieran ir al kínder, ya que temen las consecuencias de separarse de sus padres o cuidadores primarios. La escuela es un concepto demasiado abstracto para ellos, implica rutinas completamente nuevas y convivir con personas desconocidas, por tanto, dependen de sus padres para familiarizarse positivamente con esta idea. Los temores más recurrentes que experimentan los niños en esta fase son:
Los meses previos al ingreso son esenciales. Durante este tiempo, los padres debemos poner en marcha un plan de actividades adaptativas que ayude a los niños a familiarizarse con la dinámica escolar y sentirse más seguros antes del primer día. Los objetivos de la preparación escolar son:
Para aliviar los miedos de nuestros hijos, podemos llevar a cabo las siguientes actividades:
También disminuimos el riesgo de que los niños desarrollen miedo a la escuela, si implementamos un ritual diario de despedida y los acompañamos al kínder durante las primeras 10 semanas (en caso de que el transporte escolar pase por ellos). Además, permitir a nuestros hijos llevar un objeto de confort, como su juguete favorito, puede hacer que se adapten más fácil.
Ahora que sabemos cómo afrontar con nuestros hijos su ingreso al kínder, disfrutaremos mucho más de esta nueva etapa con ellos.