¿Tu pequeño está por ingresar a la primaria? Hay muchas cosas que serán nuevas para él: las horas que pasará fuera de casa aumentarán, requerirá mayor independencia, convivirá con más niños y descubrirá nuevas emociones. Para que esta transición sea lo más amigable y emocionante que se pueda para tu hijo, vamos a platicar acerca de qué sentimientos experimentará y cómo podemos ayudarlo a familiarizarse con ellos.

Madurez emocional

Cuando vemos a nuestro hijo caminar hacia su primer día de clases con la mochila en la espalda, sólo podemos pensar en que está demasiado pequeño para lo que viene. Seguimos queriendo entrar al salón, sentarnos a su lado y ayudarlo con la tarea, ¿verdad? Bueno, a diferencia del primer día del preescolar, en la primaria no es habitual ver niños llorando por no querer separarse de sus padres. ¡Al contrario! Están entusiasmados por aprender y, sobre todo, por conocer niños nuevos para jugar durante el recreo. Claro, por ser una nueva etapa pueden experimentar nervios pero es completamente normal. Platicar mucho sobre lo que viene ayudará a nuestros pequeños a eliminar la incertidumbre, dando paso a la confianza y la determinación de que todo será positivo.

Sin lugar a dudas nuestro hijo ya no es el mismo, ha evolucionado y no sólo intelectualmente. Sus conocimientos le brindan en esta nueva etapa mayor seguridad para poder desenvolverse con otros niños de su mismo nivel. La forma de relacionarse de igual manera irá modificándose, por lo que encontrará más afinidad con los de su mismo sexo.

En este breve momento de transición del kínder a la primaria los niños ya son más conscientes de las emociones de otros, es decir, su empatía incrementa. Al encontrarse más despiertos emocionalmente, pueden percatarse del ánimo general del contexto en el que se encuentran.  La regulación emocional, patrocinada por la vergüenza, se intensificará. Como te platicamos en "¿Qué sentimientos comienzan a explorar los niños en el kínder o preescolar?", no debemos dejar que este sentimiento predomine al grado de paralizarlo y no permitirle superar las situaciones que lo hacen sentir de esa manera.

La autoestima y el autoconcepto

El autoconcepto positivo es crucial para fomentar una autoestima alta en los niños. ¿Por qué es importante que ambos conceptos se desarrollen positivamente en nuestros hijos? Cuando los niños tienen confianza en sí mismos pierden el temor para realizar actividades nuevas; los deportes y las matemáticas no suponen pánico y si son vistas como retos a vencer.

Una niño con autoestima alta, no tiene grandes dificultades para expresar sus emociones, para dar su opinión en clases y para relacionarse socialmente. 

Te damos algunas maneras en las que puedes ayudar a tu hijo a cultivar su autoestima para enfrentar la primaria:

• Elogiar sus triunfos escolares durante el preescolar. 
• Participar en sus actividades escolares, recreativas y deportivas.
• Fomentar la toma de decisiones para cultivar su independencia. 
• Evitar pedirle cosas que no pueda realizar dada su edad, para evitar el sentimiento de frustración. 

Por último, la competitividad también se intensificará en la transición a la primaria, puesto que la cantidad de compañeros crece y destacar durante la participación en clase es un motivante. Encauzar la competitividad a vías sanas puede ser sumamente beneficioso para un mejor rendimiento escolar.