En nuestros múltiples años de recibir a niños y padres en su primer acercamiento a separarse por más de 3 horas, hemos sido testigo de toda clase de escenas: desde niños aferrados al pantalón de papá como aquellos que se bajan del coche y le dicen adiós estoicamente a su llorosa mamá. Y una de las enormes ventajas (y también una de las tristes consecuencias) de esta pandemia, es que no veremos muchas de estas situaciones.
La nueva normalidad trajo consigo dos modalidades: la virtual y la semipresencial. Y, aunque hay mucha información sobre cómo preparar a un niño para que pueda desprenderse fácilmente de sus padres y su rutina en casa, hoy te queremos compartir cómo preparar a tu hijo (y también cómo prepararte) para su ingreso al sistema escolarizado (incluso siendo en línea) por primera vez.
Lo emocionante de lo nuevo
El acudir por primera vez a una escuela físicamente es una experiencia que se queda grabada en nuestra memoria y en la de nuestros padres. Y es algo que tu hijo no podrá experimentar.
Pero incluso en las circunstancias actuales, ese primer día estará lleno de primeros momentos. Como lo es tener un horario que respetar, actividades, tareas y la convivencia (virtual) con personas que no había visto antes. Y lo maravilloso de la modalidad en línea, es que podrá tener este primer acercamiento con la confianza de sentirse protegido y en el entorno que conoce bien.
¿Qué puede ayudar a vencer la timidez de participar en las actividades? Anímalo con lo emocionante que será conocer a todas esas personitas, que con el tiempo se convertirán en sus amigos. ¡Sin olvidarnos de lo divertido que es aprender cosas nuevas! Y no está demás premiarlo por su maravilloso comportamiento y participación en clase.
La tecnología como aliada
Los niños de ahora son nativos digitales, ¡saben usar mejor que nosotros los aparatos electrónicos!
Si tu hijo ya ha tenido contacto con tabletas o celulares no se le dificultará usarla durante sus clases. Pero, si no ha tenido oportunidad de usar aparatos electrónicos puedes ayudarlo a familiarizarse viendo videos, jugando con las apps aptas para su edad (y que incluso pueden ser fabulosas para estimular el aprendizaje) y enseñándole el uso general del aparato que tengan en casa.
Para los niños en edad preescolar es más sencillo usar tabletas, ya que son menos pesadas y se manejan sólo con las manos. Sin embargo, serán de mucha utilidad tanto una computadora de escritorio o una laptop, lo importante es que se pueda conectar a sus clases.
De igual manera, si requiere usar audífonos te recomendamos que no sean muy pesados ni muy ajustados. Lo mejor son los de diadema que se pueden ajustar de manera delicada a su cabecita.
Mantente alerta pero no muy cerca
Una de las primeras señales de que nuestros hijos están listos para acudir al preescolar (más allá de su edad) es el grado de independencia que han desarrollado. Seguro que tu hijo de 3-4 años ya quiere vestirse, comer e ir al baño solo. Así que durante las clases, mantente alerta por si tiene problemas de conexión a internet o por si se levanta del asiento sin que la clase haya finalizado.
¡No quieras resolverle todo! Hay que recordar que el preescolar además de brindarle nuevos conocimientos, también se encarga de preparar a los niños para lo que será la vida estudiantil. Fomenta su responsabilidad haciendo que revise si tiene todo lo que necesita mucho antes de que inicie sus clases. Después de todo, un día las clases serán presenciales al 100% y no estarás a un metro de distancia para pasarle el lápiz.
Trabaja la atención
¿Has intentado que tu hijo vea una película completa de 2 horas de duración? ¿Lo has logrado? En la edad preescolar, los niños suelen tener la atención enfocada en la actividad que realizan por lapsos de tiempo cortos por lo que las actividades de las docentes son muy estimulantes y alternan tiempos de descanso para darles el respiro que necesitan.
Ahora, ¿te puedes imaginar el tiempo de atención que tu hijo pondrá en su jornada académica si tiene todo lo que lo estimula en frente? Para que la maestra no pierda su atención de manera drástica, procura establecer un área de trabajo que no se encuentre cerca de sus juguetes o donde está toda la familia. Te sugerimos colocar su mesita o escritorio en un espacio decorado atractivamente pero sin demasiados elementos.
Finalmente, te recomendamos que estés cerca de tu hijo durante sus primeras clases para que puedas empaparte sobre cómo se desarrolla la dinámica y su comportamiento durante la misma. Armate de paciencia y mucho amor para regresarlo a su asiento si se para y de mucha creatividad para motivarlo a mantenerse en el barco del aprendizaje.