La inteligencia emocional nos permite ser conscientes de nuestras propias emociones, expresarlas apropiadamente y manejarlas de manera que tengan un impacto positivo en nuestras relaciones interpersonales.
Ser capaz de identificar y entender nuestras emociones es de los primeros pasos para construir una salud mental positiva que nos permita desenvolvernos exitosamente y así crear lazos sanos con otras personas.
Y como todos sabemos, la adolescencia es la etapa con más cambios en la vida de los seres humanos. Los cuales muy pocas veces sabemos cómo manejarlos, por lo que en esta ocasión te compartimos 5 técnicas con las que pueden trabajar las emociones de tus hijos o alumnos adolescentes.
1. Clasifica las emociones
Es importante que los adolescentes tengan claro el nombre de cada emoción y qué situaciones pueden llevar a sentir cada una. Un excelente ejercicio es hablar con ellos, escuchar cómo se sienten y orientarlos a saber cómo reaccionar ante cada situación que genere en ellos una sensación (ya sea negativa o positiva).
2. Ayúdalo a autodescubrirse
Una forma de ayudarlos a conocer sus límites emocionales y cómo mantener bajo su control las reacciones ante lo sucede en su entorno, es realizarles las siguientes preguntas:
- ¿Tengo la capacidad para admitir que estoy equivocado?
- ¿Cuáles son 3 de mis puntos fuertes?
- ¿Cuáles son 3 de mis debilidades?
- ¿Cómo influye mi estado de ánimo cuando tomo decisiones?
- ¿Qué es lo que más me molesta de los otros?
Sus respuestas te irán dando la pauta de hacia dónde debes guiarlos para que sus emociones no los controlen a la hora de tomar decisiones importantes en su vida adulta.
3. Pon las emociones en palabras
La mejor forma de solucionar un problema es conocer qué lo causó. En ocasiones los adolescentes tienen un fuerte impacto emocional por situaciones de lo cotidiano. Ante estas debemos detenernos con ellos a ponerles nombre: frustración, enojo, impotencia, nostalgia, felicidad, etcétera. Una vez identificado lo que siente y qué los hace sentir se podrá proceder a decidir qué se tiene que hacer al respecto.
4. El arte de regular las emociones
En general, las decisiones importantes requieren de una mente calmada que piense en los pros y los contras; que vea el panorama entero antes de decir sí o no, sin dejarse llevar por lo que siente en el momento.
Es vital que los adolescentes se tomen un tiempo para pensar y regular la emoción que están sintiendo antes de tomar acción. Un buen consejo es que si se encuentra muy enojado por algo, camine un rato mientras realiza ejercicios de respiración y medite sobre lo que va a desear en el futuro y no sobre lo que siente en este momento.
5. Toda crítica es una oportunidad para mejorar
Es habitual que los adolescentes tomen muy mal los comentarios constructivos, a menudo tienen la impresión de que todo es una crítica (y negativa, ¡por supuesto!) por lo que es indispensable que les ayudemos a ver cada comentario como una oportunidad para mejorar. Puedes ayudarle a canalizar hacia el lado positivo la información que está recibiendo con esta simple pregunta: ¿Cómo puedo mejorar con estos comentarios?
Por último, ayudar a los adolescentes a tener un alto nivel de autoconciencia es una de las herramientas más importantes y útiles para toda su vida. Saber quiénes son y cómo reaccionan ante las situaciones cotidianas los prepara para tomar decisiones más acertadas.